Ayer sepultaron a Magadalena. Grupos feministas hicieron pronunciamientos públicos reprobando el crimen. Incluso, llevaron a cabo una marcha en Taxco, que se replicará este día en Iguala.
Viene al caso recordar que el 21 de junio de 2017 la Secretaría de Gobernación declaró la Alerta de Género en ocho municipios de la entidad.
Taxco no está entre los ocho.
En noviembre pasado, Diana Paulina, una niña chilapeña de 13 años, durante diez días permaneció privada de su libertad, fue ultrajada sexualmente, torturada y finalmente estrangulada.
La Asociación Guerrerense contra la Violencia a las Mujeres ha advertido un repunte en el número de homicidios cometidos contra mujeres, que se presumen como feminicidios en Chilapa, que se ubica como el tercer municipio con mayor número de casos registrados.
Chilapa no está entre los ocho municipios.
Los ocho son: Acapulco, Ayutla, Chilpancingo, Coyuca de Catalán, Iguala, Zihuatanejo, Ometepec y Tlapa, que concentran, aducen, el mayor número de casos de mujeres asesinadas.
Grupos feministas recriminaron que, con o sin alerta de género, la obligación del gobierno es salvaguardar la vida de las mujeres, que siguen muriendo día a día, en tanto las autoridades no atinan a aplicar las estrategias que den los resultados deseados, ni a dar una explicación convincente de lo que está ocurriendo.
Si bien hace unas semanas las autoridades festejaban con gran algarabía que durante 2017 hubo siete homicidios dolosos menos que en 2016, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) les vino a aguar la fiesta al informar que en Guerrero se abrieron 2 mil 318 carpetas de investigación por denuncias de homicidios de 2 mil 529 personas en 2017, lo que significa 316 más que en 2016 cuando hubo 2 mil 213 denuncias.
Según estadísticas del SESNSP, en tres años consecutivos los asesinatos dolosos han aumentado: 2015, 2017 asesinatos; 2016, 2234 homicidios; 2017, 2529.
A pesar de ello, los tres niveles de gobierno se concretan a dar palos de ciego en el combate a la violencia, y a culparse unos a otros del baño de sangre. n